Soy una villana, así que me quedare con el último jefe [4]

Beelzebuth detuvo su pasos antes de que pudiera alcanzar a Irene.

          Dejó escapar una risita frente al actual curso que estaba tomando este evento

          Si yo fuera la heroína, Beelzebuth me capturará y me enviará a casa obedientemente, mientras experimenta la emoción de volar en el cielo.

          Pero, creo que está bien si no experimenta algo así porque, en este momento, ninguno de nosotros tiene una impresión favorable el uno del otro; por lo tanto, para mí tener tal caballerosidad de ellos es muy poco probable.

          Quizás es preferible que muera de manera dramática ahora, pero ... si él no me quiere, nada tendrá sentido.

          Claude, que acababa de detener a Beelzebuth, arrugó un poco las cejas.

           ― ¿Que estás tratando de hacer?  ―

           ― Si quiero regresar a casa, puedo irme a por mi cuenta. ¿Estás tratando de difamar aún más mi nombre enviándome a casa volando en el cielo mientras soy sostenido por un caballero que ni siquiera es mi prometido?

           ― ¿Un caballero?  ―

          Beelzebuth preguntó mientras señalaba con un dedo a su propia cara, su cara daba una mirada dudosa al escuchar sus palabras. Claude se recostó en su silla y dijo ...

           ― Sólo te está enviando a casa de una manera normal  ―

           ― Claude... No, Claude-sama. Enviarme a mi hogar mientras Beelzebuth-san me sostiene mientras vuela en el cielo no es algo normal, ¿sabes?...Todos en su casa terminarán desmayándose  ―

           ―…… Entiendo, ya que ahora soy consciente de esto suelta la espada, es malo para mi corazón ―

           ― Qué considerado de tu parte ―

          Irene enfundó su espada mientras sonreía al inexpresivo Claude. Keith puso una mano en su barbilla.

           ― Dejando tu reputación a un lado...qué valiente dama ... Hablando sobre L a casa D'Austriche, quien por cierto es noble gracias a su sangre azul (sangre de la nobleza)  y, si no me equivoco, también está la sangre de la Doncella de la Espada Sagrada que fluye por sus venas. Tal vez no deberíamos dejar pasar esta oportunidad ....... ―

           ― Keith, deja de hacer teorías inútiles。 …… De todos modos, rechazó su propuesta. Por favor vete a casa  ―

          Irene sonrió mientras juntaba las manos.

           ― Si dice『 sí 』a mi propuesta, definitivamente me iré a casa. Es simple, ¿no?  ―

           ― No entiendo tu razón. Nos acabamos de conocer, ya sabes. Entonces, ¿por qué quieres casarte conmigo?  ―

          Claude le preguntó, sin expresión alguna.

          Irene se sintió deslumbrada por la suave brisa que sopla dentro de la habitación.

           ― ¿Acaso te gusto?  ―

           ― ¿No? ―

          Cuando ella respondió a su pregunta sin dudar, un fuerte viento de repente sopló dentro de la habitación.

Keith rápidamente trató de calmar a Claude.

           ― ¡Cl- Claude-sama calmese, por favor, no cree un tornado!  ―

           ― Entonces ...¿por qué ......? ―

           ― Rey, calma tus emociones ―

           ― Después de todo, quiero decir, nos acabamos de conocer, ¿verdad? ―

           ― ¡Fuiste tú quien me propuso justo después de conocerme! Además, Cedric acaba de anular tu compromiso. ¿Cómo te atreves a actuar con un comportamiento tan deshonroso ―

          De repente, el viento dejó de soplar.

          Probablemente fue porque Irene apuntó la punta de la espada justo delante de la nariz de Claude. La temperatura en la habitación de repente se volvió fría.

          A pesar de que una espada estaba apuntando a su Rey, Beelzebuth y Keith aún mantenían una compostura fresca. Porque para alguien como Irene, si Claude decidía ponerse serio, él puede convertirla fácilmente en carbón en un abrir y cerrar de ojos.

          Aún así, Irene se aferró a esa espada, necesitando decir las palabras que se ha estado guardando para sí misma.

           ― Entonces, ¿debería llorar miserablemente? No bromees conmigo. No tengo el deseo de desperdiciar mi vida, ni siquiera un segundo, por basura como él. ―

           ―……Basura. Eso es bastante cruel  ―

           ― Sí. Las mujeres funcionamos acumulando amor. He decidido amarte. Ahora, nutramos nuestro amor juntos  ―

           ― ¿Apuntandonos espadas entre sí ―

          Claude, que tenía una mirada fría en sus ojos, Irene le sonrió tan bien como pudo.

           ― Si seguimos diciéndonos“ te quiero ”, parece que realmente se volverá realidad. ¿Por qué no intentas decirlo? ―

           ― Ya veo  ―

          Después de responder a su petición con una voz sin emoción, Claude extendió la mano. De repente, sus largos dedos estaban acariciando suavemente el cabello de Irene que caía desde su hombro hasta su pecho mientras ella aún sostenía la espada. Sus ojos rojos la escrutaban con suspicacia.  

           ― ¿En otras palabras, has venido aquí para seducir al Rey Demonio?  ―

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